A todos los Cuenteros de este Rincón con cariño y respeto.
Mis Cuentos..., para mi pueblo.
A Compay Roberto, asiduo lector mis trabajos
Mis cuentos son más bien tesoros y sorpresas que he ido encontrando a lo largo de mi travesía por la vida y que guardo con mucho celo dentro de mí. Son esos sentimientos inherentes a mi alma que se componen de alegrías, tristezas, dolores fuertes, esos dolores que se sienten hondo en el corazón, esos que le cercenan a uno el alma pero que con el tiempo cicatrizan para dejarle paso a más dolores... o nuevas alegrías. En los cuentos todo sirve... cosas lindas y feas, buenas o desagradables, raíces muertas, hojas secas, árboles muertos de sed, rosales en flor, viejas fotografías, frescos amaneceres, algún dibujo que nos regaló un nietecito en un día lluvioso, en fin, todo provoca sensaciones genuinas que pueden ser usadas para convertir el verbo en cuento o en nostalgías regalándoselo a alguien que pueda usarlo. ¡Cuánta necesidad de arte y... cuánta necesidad de amor existe en el mundo y cuánto podemos nosotros aportar a hacer ese mundo un poquito mejor!
El dolor que deja la partida de un ser querido casi aniquila nuestros sentimientos, nos fulmina momentáneamente, nos inmuta el alma haciéndonos sentir que la vida acabó. Sólo nos resta esperar a que pase el tiempo, ese que todo lo sana o lo mejora. Nuestras vidas están en sus manos. ¡Oh, el viejo tiempo... cuánto control tiene sobre nosotros!
A veces percibo con asombro lo que la vida me regala... Cada cosa tiene un significado o al menos, parece tenerlo. Los cuentosos describen esos significados añadiéndole color al sentimiento, dándole sentido a nuestro espíritu. Un cuento es un hogar, el hogar de la alegría o de la tristeza y allí acogemos a nuestros amigos al ellos compartir con nosotros nuestros sentimientos.
La experiencia me dicta que muchas veces debemos mirar más allá de las palabras... al leer un cuento tratamos de adentrarnos en el verdadero significado de sus narraciones, es como tratar de interpretar una pintura abstracta buscando lo que indujo o lo que inspiró al artista a plasmar esas distorsiones en el lienzo y que a simple vista nos parecen rasgos incomprensibles.
A veces es muy fácil descifrar la figura que provoca sentimientos en el escritor, otras veces es casi imposible discernir los motivos que lo indujeron a gritarle al mundo sus emociones más íntimas. El escribir es como una actuación ante un público que a veces puede ser muy cruel o quizá lo sea porque no comprende los verdaderos motivos de esa "actuación". Un cuento puede ser una comedia o una tragedia, puede ser obra demoníaca o divina. Sea lo que sea, hay que atreverse a salir de tras bambalinas y afrontar ese público que espera con ansias tener otro motivo más para criticar... para ponernos en la balanza...
Paz y bien a todos |