Cubrí el cielo de láminas atormentadas
y entre miradas recogidas de la madrugada
sentí el miedo tortuoso en el sigilo
al ver como se rasgaba en el horizonte
brotando chispas y lágrimas metálicas
Cada pliegue acumulado en las trazas olvidadas
cada sosiego martillado en el apuro obedecido
dejaron entreabierto apenas una imagen
tan borrosa y confinada en un sólo brillo
que al final del dulce aliento
atravesé el día superpuesto y vencido
Por las venas corre el tiempo áspero
que se acomoda al pulso húmedo y discreto
enrollado en el vértice tapado
miraba desde arriba un par de soles inflamados
Los ojos recaen a pálidos acentos
y entrelazan líneas de paisajes doblados
ríos hundidos en sus bordes de miseria
sonido olvidado del viento que se ahoga
Al final,
abrigaré a la noche ciega y enferma
para contener quizás un poco
la desesperación que camina en el llanto
tras el último sepulcro de los recuerdos
Y así,
para convertir a la luna en un tubo
e irme de viaje sin vuelta
he de pensar en los pasos amargos
que pesan y duelen menos.
Texto agregado el 10-06-2010, y leído por 233
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