Ella no podía ser el hazmerreir de todos sus conocidos, al enterarse, que su marido le había sido infiel.
Cogió el cuchillo jamonero y mientras él dormía placidamente…le asestó varias cuchilladas en el estomago.
Sabía que su muerte sería lenta y cruel .Mientras él se retorcía de dolor, ella con la mirada perdida le decía:
-¡Nunca debiste hacerlo!
Texto agregado el 08-06-2010, y leído por 357
visitantes. (12 votos)
Lectores Opinan
16-04-2018
quizas cortando mas abajo, no habia necesidad de matarlo satini
22-09-2010
!Brava la señora!
Nada menos que el cuchillo jamonero.
***** zumm
08-06-2010
Violencia domestica....terrible y sangriento. mapata