"Hombre de barro soy"
Así lo cuenta la Biblia, con un lenguaje mítico, para enseñarnos una gran verdad: Somos creaturas de ese Padre que se revela con un gran sentido de fino humor en Génesis 2.
Dios aparece haciendo, como un niño, una figura de barro. "Le insufla aliento de vida", sopla sobre ese mono de humus, y el ser humano empieza a existir.
Pero, como somos de barro, a veces "la embarramos", (eso que llamamos "pecado"), hacemos tonteras.
Los papás, cuando ven las niñerías que hacen sus hijos, comprenden, mueven la cabeza y, medio sonrientes, dicen: Ya madurará.
Así me imagino a Dios, con su buen humor de Padre, sabiendo que somos de barro. Y espera que, en un proceso, a veces muy lento, vayamos madurando. "Ya madurará", debe decir.
Y nos mira con amor.
En ese Dios creo yo. |