Nuestro país se desangra, muere lentamente, lanza alaridos de Socorro, cual voz muda que nadie escucha, se enmudece del dolor, como destinado al horror, aceptando
Su cruel destino y la mano del verdugo que sin mostrar la menor clemencia
Nos arranca la vida.
Vida que ha de ser olvidaba, cual palabra lanzada al viento.
vuelve y ocurre de nuevo, otra vida se esfuma en el silencio
Madres gritan desesperadas buscando sus hijos, hijos que yacen en fosas, en tierras
De nadie, destinados al olvido.
Voces inocentes, silenciadas por manos cobardes
Manos asesinas que nos consumen lentamente sin ningún pudor,
Convirtiendo verdes campos, en desolados pantanos llenos de sangre
Y putrefacción,
Y tú que ves como ocurre esto, viendo este espectáculo siniestro, bajas la mirada
y huyes apresuradamente de ahí, borrando ese horrible recuerdo te sumerges de nuevo
en un profundo sueño.
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