LA CANTERA
(A los amigos "cuenteros", con cariiño.
Al Maestro del Taller de Cuentos los alumnos le inquirieron:
Maestro, ¿de dónde sacas tus cuentos?
El Maestro, después de reflexionar unos momentos, respondió con un circunloquio:
Tengo un amigo que es mi asesor literario "ad honorem", lo que muestra cuán sinvergüenzas pueden ser algunos que fungen de escritores. Cuando le entregué mis últimos engendros escriturísticos, tuvo la paciencia de leerlos y, luego, me comunicó su sentencia en forma escueta e inapelable: un cuatro..., y raspando.
Consideré como el mejor de los elogios esa nota equidistante del máximo y del mínimo, porque significa que ya ha ido quedando de lado mi mala fama de extremista.
Por lo demás, el cuatro, que fue mi nota favorita en is tiempos de estudiante, continúa acompañándome como un gran amigo fiel. ¡Lo amo!
Pero mi asesor sabe también cuál es la cantera de is relatos y siendo un hombre inmisericorde, me conminó:
Sé honrado al menos una vez en tu vida, y confiesa que estos cuentos no son originales tuyos.
Me dolió que me dijera que fuera honrado al menos una vez en la vida, cuando reconozco haberlo sido al menos tres veces. ¡Un doscientos por ciento más de lo que él cree!
Pero, para no hacerme mala fama, les confidencio al oído, mis queridos alumnos:
Una parte de mis escritos son totalmente productos de mi imaginación. Pero, la mayoría de ellos tienen base real, son historias escuchadas a mis familiares y amigos. Yo sólo las transformo o les añado condimento y fantasía. Les doy sabor y color.
O sea, un 80% de importación y un miserable 20% de producción interna.
Sin embargo, recurro a la benevolencia de mis lectores para que consideren el "valor agregado", que sí es de mi gastado caletre.
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