TRASGOS Y SOMBRAS
Hay preguntas colgadas, como frutas resecas,
En árboles ausentes, con sus troncos hendidos,
Rayos zigzagueantes, sangrantes alaridos,
Cipreses entre nichos, semejan vagas muecas…
Mueven, junto a las lumbres, las abuelas sus ruecas,
Entre hilos de Aracne, cuelgan nietos nacidos,
Para encender historias y trucos escondidos,
Mientras un preste, indómito, me inquiere: ¿por qué pecas?...
Mi examen de conciencia, me lleva a incertidumbre,
Podrida va mi alma, vivencia empecatada…
Pues, para acrisolarme, me arrojaré a la lumbre,
Le pediré a Botero, la tenaza acerada…
Y, sin ritos satánicos, me subiré a la cumbre,
Y bajará contrita, mi alma purificada…
emiliosalamanca
2 junio 2010
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