Con los ojos abiertos
siento la llegada
de tu beso y sueño.

Que la rosa es azul,
y el cielo se contempla
en ella tan rosada.

Destila agua de mar,
perfume de tu pecho
que ensalza ternura.

Se corren las nubes,
al pasar tu risa
se contemplan risueñas.

Tu voz como trueno
desfallece al llegar tan alto,
tu beso queda en mi piel.

En mi boca, tu boca se duerme
recorremos cielos,
votamos los recuerdos malos.

Recorremos alturas de silencios,
desatamos nudos trasversales,
y el beso se insinúa entre mares.

Regresamos al mundo,
para que las rosas azuladas
se detengan, y sus pétalos
nos devuelvan las estrellas.


MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.