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Inicio / Cuenteros Locales / el_kalvin / El día que olvide mi celular

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Ese lunes me desperté con la pereza que queda luego un fin de semana repleto de distracciones y juerga, hasta tenía un poco de la resaca del día anterior. Por eso me quedé acostado en la cama – cinco minutos más no le hacen daño a nadie, pensé- y resultó que me dormí por espacio de media hora.

Cuando desperté y me percate de la hora me desespere, y comencé a vestirme apresuradamente, ni siquiera me fije en que la camisa que me puse tenía una mancha de comida, fui a la cocina y literalmente me tragué el desayuno, baje las escaleras y cuando llegue al carro me di cuenta que había dejado las llaves en el apartamento, así que me tocó que subir los 10 por las escaleras, ya que el condenado ascensor tiene como quince días descompuesto.

Ya de camino al trabajo me tocaron varias colas y embotéllamientos -lo de siempre- así que termine llegando con un retraso de más o menos una media hora, claro que trate de disimularlo hablando con los compañeros en el cafetín.

Al rato de haber llegado fui a mi oficina, y sorpresa!! No había internet… Me comenzaron a sudar las manos, y empecé a sufrir de síndrome de abstinencia, no puede ser ! Me dije, debe ser un problema con el cable o algo. Pero que va, no había arreglo, los de redes me dijeron que el servidor estaba dañado y que no iba a tener internet todo el día… Solo se oyó un: NOOOOO…!!! Por todo el lugar.

Es que ustedes se imaginan pasar un día completo en el trabajo, sin internet, sin facebook, sin revisar los correos con fotos cachondas que mandan los amigos? Luego pensé: tranquilo, cálmate, debe haber una manera de hacer esas cosas divertidas que uno hace en internet, y recordé el teléfono -es que eso de los smartphones es lo mejor que han inventado- comencé a buscarlo, busque en los bolsillos, en el escritorio, en el maletín e inclusive en el carro.

Pero que va! Lo había olvidado, así pues que no me quedo de otra más que ponerme a trabajar, de verdad me sentí como raro, ese día saque todo el trabajo que tenía acumulado y además hicieron la tan odiada evaluación trimestral de desempeño, y adivinen que? Salí también que me dieron un reconocimiento por escrito acompañado por un bono.

P.D. Los parecidos con la realidad pueden variar.

Texto agregado el 01-06-2010, y leído por 118 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
01-06-2010 Pucha la madre! que aburrido y estupido relato, dedicáte a la pesca del salmón ahumado, eh? marxtuein
01-06-2010 Excelente por la positividad que se extrae de un 'infortunio'. Es, también, lección en contra de la vagancia tan de moda. Te felicito. peco
 
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