Manos de mi pueblo.
Que atadas, rotas,
Sucias, Quebradas,
luchan por la libertad,
la igualdad
¿Qué buscan las manos de mi pueblo?
¡Buscan felicidad!
Manos trabajadoras
que acarician,
que matan,
que sienten el pálpito del corazón que se detiene.
Manos que sudan
acariciando el cuerpo envuelto en llamas
del que se nutre,
por el que lucha,
Por el que busca libertad.
Manos del pueblo oprimido,
Pueblo que grita, que llora,
que busca en el fondo del lodazal
sus raíces pisoteadas,
su identidad camuflada,
su camino, su destino.
Su camino, su destino.
Su camino, su destino.
Pueblo que despertaste una mañana
Y entendiste que la libertad no es un sueño
Y luchaste, y luchaste y luchaste,
Pero…
¿Qué encontraste al final de la batalla?
Cambio el grillete, cambio el patrón
Cambio el concepto…
¿Y la libertad?
Esa no cambio.
Tus manos siguen buscando el camino,
tus ojos siguen cerrados, soñando.
Tu voz la sigue aclamando
Y tu corazón sigue siempre libre,
Como siempre.
Esperando, luchando, creando.
Buscando al final del camino
esa ansiada palabra hecha canción,
Clamada en poesías,
declamada en escenarios,
maldecida por el patrón
Codiciada por el ladrón.
Mas nunca van a entender que tu,
Pueblo amado naciste libre.
Creciste libre
Y morirás libre.
A pesar del grillete eterno del poderoso,
a pesar de la envidia, de la codicia,
de la maldad y la incapacidad.
Te podrán amarrar las manos,
pondrán en tus pies mil grilletes,
más nunca van a encarcelar tu corazón.
Manos que aclaman libertad, que buscan felicidad
Que sueñan con igualdad
Vive¡
Se libre
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