Para un padre que no lo es

Hola, quise que habláramos porque tengo muchas cosas que contarte. Tu hija ha crecido... ya tiene 11 años. Me gustaría contarte por ejemplo, que ya calza Nº 37, que le gusta un compañero de clase, que se pone brillo en los labios y que escucha música en inglés, como toda una niña grande.
Aprendió a tocar guitarra, baila en un conjunto folcklórico juega voleiball y siempre saca el primer lugar de su curso... ¿Qué te parece? (silencio)

Quiere estudiar Medicina, luego especializarse en Traumatología y también quiere tener 3 hijos.

¿Te das cuenta que 9 años sin verla es mucho tiempo?
¿Te das cuenta de que ella posee logros, tiene metas e ilusiones en la vida?
¿No te dá pena saber que en nada de eso le has ayudado?
Por que a mi sí me dá pena...
Siento pena por tí, porque te has perdido de todas sus sonrisas, de todos sus cumpleaños, de su primer día de clases y no apareces en la foto que tiene en su velador.

Bueno, ahora tengo que irme, espero que te sientas mejor ahora, que sabes a ciencia cierta lo que perdiste.
Adios.