Tamos Jodidos
Don pancho le explicaba a Victoriano que el pueblo siempre el pueblo; esta entre la espada y la pared. Por un lado explotado por el gobierno federal a través de impuestos, favoreciendo a los latifundistas, ricos hacendados, empresarios extranjeros y nacionales que chantajean a los altos mandatarios con llevarse los capitales del país sino se les ofrecen condiciones “cómodas” para seguir explotando y engordando como viles marranos y; por otro lado el clero; quien a través del temor del “castigo divino” y desde el pulpito obligándolos moralmente a rechazar lo que el gobierno federal en un arranque de decencia trata de repartir las tierras a través de: “la reforma agraria” –los sacerdotes se montan en el pulpito y vociferan en contra de aquellos traidores a dios que osaren tomar tierras que no les corresponden, protegiendo al hacendado y latifundista, ¿puedes creer eso Victoriano? Victoriano apretó los puños y con un coraje contenido, casi fuera de su juicio dijo:- estamos jodidos Don Pancho, si no es Chana es Juana, ¿Ton s que hacemos?
-¡Luchar, Victoriano! Siempre luchar; tu con las armas, otros con las ideas hasta que esos grupos nos escuchen si no es a través de las ideas, será por las armas hasta que encontremos a gente que tenga conciencia social y haga lo correcto, lo único que nunca debemos hacer; es darnos por vencido y creer que la vida es así, y que ya no hay remedio, por que entonces esos parásitos sociales habrán encontrado su mina de oro como hasta ahora y seguiran creyendo que estamos conformes con sus acciones y que además tienen derecho, lo peor que podría pasar es que ese grupo se sienta con el legitimo derecho de joder, entonces será una situación seria Victoriano.
Victoriano se paseo alrededor de la fogata, Don Pancho lo había “calentado” como se dice en los Altos de Jalisco, le estaba hirviendo la sangre, aquellas palabras de Don Pancho no habían sido asimiladas en su totalidad, pero si se habría en su conciencia el panorama de que siempre, desde su niñez había sido usado para el propósito de los demás, y así de un solo golpe se habían esfumado todos los ideales que lo habían traído hasta ese lugar, por esa lucha…
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