Por estos días en mi país la cosa está revolucionada. Fin de semana largo “¿qué feriado es?” “ni idea”... hace algún tiempo que el clásico país sacador de vuelta se las ha ingeniado para correr todos los días de fiesta para un lunes o un viernes, así se aprovechan al máximo (y bueno, ni hablar de los permisos de los días martes o jueves…se aglomeran en esas fechas). “Ahhh… San Pedro y San Pablo, ese era”…

En fin, estos días juntos, con estar señalados con color rojo en el calendario, son días de verdadera revolución. En nuestro puerto principal, Valparaíso, se ancló (suena raro, pero es de anclar) el porta aviones norteamericano “Uss Ronald Reagan”, al parecer el más grande del mundo, y si no lo fuera quedaríamos muy mal, porque ni siquiera pudo acercarse al puerto por su dimensión (no cabía por la puerta grande…).

Norteamericano, famoso, cinco mil tripulantes a bordo, dinero… obvio, cámaras y focos totales para el evento. -Y recordamos la frase del gringo secretario de la casa blanca “Chile perteneceurá al grupo primer miundista paura el bicentenaurio” (en su acostumbrado acento…)

¿Chile al primer mundo? (y claro… sólo hay dos, primero y tercer, segundo no… indiscutiblemente representaría un atentado contra los grandes… una forma de control efectiva tal vez ). Es que hasta la pregunta suena graciosa, y no es que me ría de la patria, no, no…es que eventos como el de este barquito (que de lejos se ve pequeño) nos demuestran lo “rasca” que somos como país (entiéndase por rasca, ordinario).

Como nunca antes, la patrulla fiscalizadora del puerto recorrió cada uno de los posibles lugares a los cuales acudirían los marinos norteamericanos: burdeles, restaurantes, prostíbulos, hoteles, show-bar, moteles… y la lista redunda casi en los mismos puntos.

Cinco mil hombres encerrados en un barquito, limpiando armas todo el día, sin ver otra cosa mas que agua y nada mas que agua… de pronto (sólo de pronto) podrían desear satisfacer sus más voraces instintos animalescos, y claro, nada como un buen control (digamos… para que no haya tan mala impresión del país). Para suerte de ellos, de los porteños, los turistas y cuanta visita hubiese, resulta que todos los lugares estaban acondicionados, remodelados y en perfecto estado (que decir de toda la pintura que se gastó en fachadas!).

Claro pues, todo un evento digno. No por nada los periódicos anunciaban “Welcome''. (no es raro en una cultura acostumbrada a yanquinizar el máximo de palabras y costumbres posibles).

Punto y aparte se merece toda la parafernalia con las señoras prostitutas y los señores prostitutos (aunque con tanto hombre…no…no) que como nunca antes se agruparon, se compraron ropa y reformularon su “look” y los medios tenían la osadía de invitar a féminas al puerto!..joo, con toda la profesionalización y entrenamiento que aquellas mujeres tuvieron días antes (y esos sueños de mujer bonita… con corazón de Penélope). Si, revolución, no exageraba.

Finalizo robando un párrafo “de seguro los norteamericanos adoptarán la misma actitud cuando un barco chileno desembarque en su territorio. De seguro las mujeres saldrán a su espera, el New York Times titulará "Welcome Chileans'' y todo el mundo aprenderá a hablar en buen chileno para decir: "Bienvenidos guachitos ricos''.”

Definitivamente, así será. That I hope