Título: Un día perfecto
Despierto por la mañana y escucho como la lluvia cae afuera de mi ventana. Te despierto y digo que nos preparemos para salir a saltar en los charcos y ver como todo cambia mientras el cielo llora. Botas, paraguas, bufanda y guantes son los implementos necesarios para esta travesía y mientras caminas, tu y yo, la gente sonríe pues sabe que el agua es sinónimo de vida y que las tierras en el interior se están nutriendo poco a poco y que la vida está por emerger y su ciclo se reproducirá. Es como un musical donde las gotas son los agudos y el pasar de los autos los graves y tu y yo somos la melodía y el ritmo porque complemento más perfecto no puede haber. El agua salpica y el frío en la garganta se asienta de buena manera. Pasa las horas y las palabras y las emociones fluyen entre tú y yo como nunca, porque cuando llueve somos felices en el fondo.
Es el momento de volver y poner las ropas a secar y el chocolate caliente prepara el ambiente. Siento frío, pero está bien sentirlo porque tú me abrigas y el frío desaparece. Todo está en armonía, no hay nada de más y nada menos. Puedo morir tranquilo.