Fué un precioso momento....

Las notas robaron las lágrimas de sus ojos. Sólo podía pensar en aquella tarde, en el viejo pueblo, cuando su abuelo bailaba con su hermana al son de la marimba. Los paisajes de su tierra pasaban frente a sus ojos mientras sus dedos bailaban entre las teclas.

Su voz recitaba una historia, la melancolía la quebrantaba. La melodía era la original, la letra la recitaba su alma. Los agudos exaltaban el dramatísmo.

Los recuerdos dibujaron el paisaje: Xela, Totonicapán, las sierras de Quiché, las tumbas de Petén, la luz tenue de la plaza frente a la catedral, la ventana que da hacia el callejón de las 100 puertas, imágenes que regresaron a su mente... regresó en tiempo y espacio, sólo las notas le acompañaban.

Tenían que pasar años de ausencia y kilómetros de distancia para finalmente entenderlo.

fué un precioso momento...