Cuando recién amanece y me encuentro envuelta entre sabanas blancas, como tratando de encontrar calor en este nido que hoy ya no está lleno de tu presencia,
Puedo escuchar el dulce canto de los ruiseñores, y como la tenue luz del sol se asoma a mi ventana mientras descanso desnuda, del cuerpo y del alma..
Hoy, acá, sola entre estas cuatro paredes y una ventana me doy cuenta que estoy viva, que soy mujer, que soy digna de estar a solas, aun estando en la cama desnuda..