no, no quiero nada contigo -este feo se viene abajo-,
mientras me hundo miraré al sol y a las estrellas nubladas,
con las algas me haré una bufanda que me abrigue más que la mueca de tu sonrisa,
estrellas de mar condecorarán mis noches faltas de premios,
en la arena hundiré mis dedos y los retorceré haciendo brotar sangre negra,
haré el ángel y besaré a un besugo en la boca,
aquel recuerdo y yo sudaremos un rato cuando suba la marea,
mearé sin quitarme los pantalones
y no me expolsaré la gota
te esperaré detrás del arrecife de coral, junto a los restos del barco pirata, justo encima del cementerio nuclear, (cuando estornudes tápate la boca, no vuelvas a escupir otro gapo a la pantalla) donde nada me recuerde a tí, donde esas alguitas no me recuerden a nuestro restaurante japonés preferido, donde aquella esponja marina no me haga soñar con tu pelo mojado y nuestras pieles deslizantes y cálidamente juntas en mi ducha, pásame el gel pero cuidado al agacharte, donde ese cangrejo no me recuerde a tu signo, donde el mar no aluda a tu nombre, donde esa concha no evoque a la tuya |