Quizás no ser sea que, al hallar un vacío
a la vereda de tu cuerpo, permitir que se anuden
las estrellas en el pecho- y aunque nazcan mudas -
hablarles, allí donde sólo yo contesto.

Quizás no ser sea negarse a creer
en todo el tiempo que dormido fluctúa,
sin noche y sin luna mientras cuento
- hasta con los dedos que no tengo -
todas las horas o ninguna, si te sueño despierto.

Quizás no ser sea la fiera venganza
o la duda sin causa,
el triste olvido o la fea mentira
o el tormento de malvivir la vida
por tener el amor en pausa.

Quizás no ser sea entenderse sin palabras
con el silencio, desamparando a la boca
ya rota y desvalida
y que se convierta, de voz a abierta herida
relegada a cualquier esquina del viento.

Quizás no ser sea el miedo
de albergar la vana esperanza;
O sencillamente, un presentimiento.