¿Quién eres?
Eres mi anhelo, mi espejismo,
que con afable argucia, tocaste mi alma
que se encotraba en un abismo.
¿Quién eres?
Eres inocencia, mi pureza,
que venciste mi mente,
como en la roca la espada venció su dureza.
¿Quién eres?
Eres perfume, mi esencia,
impregnaste mi vida,
invadiendome de fragancias y magnificencia.
¿Quién eres?
Eres mi enigma, mi misterio,
que cautivo mi cuerpo,
y suprimió todos mis miedos.
¿Quién eres?
Eres lo etéreo, lo infinito,
me sedujiste en tu melodía,
dando una suave tonalidad a mi espíritu.
¿Quién eres?
Eres mi amor, mi poesía,
la pasión que inspira mi siquis,
en los momentos de melancolía.
|