UNA NOCHE EN EL CIELO


¡Qué hombre!. –dijo Celia.
¿Qué pasa? – dijo Sara.
¡Qué valor¡ - dijo Camilo.
¡Qué envidia! –dijo Ramón.
¡Qué cuatro! – comenta Marta.

Prácticamente habían acabado de cenar, cuando se planteaba esta situación. Los cinco amigos se reunían una vez al mes para intentar mantener un digno contacto y una correcta amistad. Se llevaban bien. Poco se veían, pero intenso. Poco sabían de sus vidas externas pero en un rato se ponían al día.

Todos estaban casados con sus respectivas parejas, las cuales no se encontraban allí. No era necesario, los amigos eran ellos. Sus vidas privadas eran aparte, aunque a veces eran comentados algunos puntos de interés.

Una noche, un restaurante caro, cinco vidas, risas, recuerdos lejanos que no volverán.