Me siento y la oscuridad me hace presa de sus hilarantes risas
Casi no puedo moverme, tan sólo un río de lágrimas me recorre furtivo
Cómo puede ser que en este caminar las noches sean más vastas que los días
¿Quién está allí para darme respuestas ante los sucesos que me detienen?
¿Qué quieres mostrarme Dios en tu iluminado cielo lo que yo no veo en esta Tierra?
Acaso la dirección tomada me hace mas vulnerable que a los demás mortales
¿Acaso Perséfone me ve y me desbasta como prisionera de sus sueños?
¿No tienes piedad de este pobre corazón quebrado de heridas?
O acaso soy la hija que detienes en el rigor
¿Cuál es el fin de tu implacable sometimiento?
¿Hay alguna razón para que me quites tu mano tantas veces pedida?
Quieres mi perfección y soy demasiado humana.