de tanto escribir
brotó el silencio en el espacio
dos aves de colores
bajaron de los cielos
uno de ellos
puso un huevo en la palma de mis manos
el otro se los tragó
luego
las aves volaron
hasta perderse de mi vista...
quise escribir un poco mas
pero
de nada sirvió
de mis manos
brotaban huevecilos de colores
y de ellos
brotaban aves muy pequeñas y sin alas...
cuando mi espacio estuvo lleno de las aves
el silencio renació
trayendo
un mundo de armonía
sonreí
como lo hacen los perros y los niños...
tenía ganas de volver a escribir
pero
mis manos desaparecieron
el silencio se los tragó
desde esa fecha
suelo escuchar
hablar
soñar
reír en soledad...
como suelen actuar
los que escriben de verdad...