Parece un animal insignificante, común como todos los de su clase. Silencioso ve pasar a todos los transeúntes. Sólo cuando se acercan pela los dientes.
“El Pulgas”, como le decían los niños de aquel famoso barrio de “Cotita” en la población de Puruarán, es un perro pastor Alemán que hace algunos años se lo regalaron al papá de martín y esta mascota entre juego y juego fue creciendo hasta alcanzar el tamaño de un perro adulto.
Una ocasión al pretender entrar a la casa del “Pulgas”, unos ladrones, fueron increpados por el celoso guardián que desgarró cada uno de los pantalones de los amantes de lo ajeno. Uno de ellos traía una navaja muy filosa y con ella hirió la parte abdominal del valiente canino.
El animal al sentirse herido peló tamaños ojotes, sus colmillos se fueron agrandando, sus garras crecieron de manera enorme y de sus ojos salía un brillo diabólico, dicen que fue poseído por el mismo demonio.
Hizo pedazos a los infortunados ladrones y al tomar la sangre de ellos, sus ojos enrojecían aún más. Uno de ellos, logró subirse a la barda, pero se cuenta que el perro saltaba más de dos metros y que claramente los vecinos vieron que poseía enormes cuernos.
Un señor no creyó esto y se fue a buscar al animal. Lo encontró en un arroyito que está con rumbo al “Pinzán”. Estaba echado. El hombre lo empezó a molestar con una pica de buey. Ensartó al animal, con lo que lo hizo enojar. Se le dejo ir a la yugular y le destrozó la cara, sacándole los ojos con sus filosas uñas. El cuerpo quedó destrozado por cada zarpazo que el canino le daba al hombre. De la sangre que bebía parecía que se anidaba en sus ojos, pues éstos, enrojecían más y más.
Muchos se han dado a la tarea de buscar al “pulgas”, pero jamás lo han encontrado, aunque dicen que por las noches suele pasearse por las calles cerca del panteón, que lo han visto tomando agua del ojo de agua de “Cotita” y algunos que va a correr para el “Pinzán”, también lo han mirado.
“Don Panchito”, dice que lo miró dirigirse rumbo al “Conejo”, pero que se ve que es un inofensivo animal. Él comenta que hasta le dio de sus taquitos y que el perro le meneó la cola. Dice que lo conoció porque es un perro extraño que tiene ojos rojos y una saliente de cuernos.
Por tal motivo, aún se busca al “Pulgas”, pues se teme que alguien lo golpee y llegue a ser una víctima más del el “Animal del demonio”.
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