Como un hálito de vida
te cruzaste en mi camino,
atrapando por momentos
la grandeza de mis alas.
Extrañas sensaciones
vienen a mi mente,
tal vez pago mis culpas
de pecados inconcientes.
Era una mujer buena
para el resto de la gente,
perdi la oportunidad
de amar lo diferente.
No quería enamorarme y
castigar mi ingenuidad,
arbitrarios manifiestos
derramaste con seguridad.
Deambulas en mis sueños permanentes,
es la magia de tus besos y textura de tus manos
difariando en las cálidas noches
agotando la razón por segundos sobrehumanos.
Huele todo a húmeda tristeza
lloviendo fugaz sobre mi piel
el tiempo presuroso se termina
sin alcanzar esa lejana tibieza.
He buscado en otros tiempos
lo que el sol me ha negado
abandono hoy este barco
renunciando a lo anhelado….
(Aída Laura)
Texto agregado el 19-05-2010, y leído por 89
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