Inicio / Cuenteros Locales / fdezsrez / Halo de santidad
HALO DE SANTIDAD
Don Virgilio, que era un santo varón. Caminaba como cada día, hacia su parroquia pensando en sus cosas al. Con la mano en un bolsillo de la sotana desgranaba las cuentas del rosario como si nada.
Sus cosas eran lo que habría de comida al mediodía, si el Sr. Obispo habría contestado la carta con sus petitorias y cosas por el estilo.
Cuando llegó al último paso de peatones sin semáforo, detuvo el paso, miró a izquierda y derecha y empezó a cruzar. No tuvo tiempo de reaccionar. Un coche se le echó encima dejándole en mitad de la calle como un pelele con los hábitos tapándole la cara.
El conductor asesino se había dado a la fuga y no hubo testigo alguno para anotar la matrícula.
Sólo gracias a la providencia se salvó don Virgilio.
Fue al pasar la I.T.V. cuando el fulano la cagó.
El empleado de la inspección, metido en el foso, observó enganchado en los bajos del coche, un extraño objeto fosforescente en forma de toro circular y que aunque tenía presencia visual, parecía inmaterial.
Después de consultar con su jefe, llamaron al concesionario de la marca y este finalmente a la policía, dando la casualidad de que uno de los agentes que acudió a la I.T.V. había tramitado días antes la denuncia de la pérdida del halo de santidad de D. Virgilio.
|
Texto agregado el 17-05-2010, y leído por 131
visitantes. (1 voto)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
10-06-2010 |
|
Es curiosa tu historia, me ha gustado...Saludiños. chus |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|