Es muy curioso a veces el funcionamiento de la vida
Parece como si se negara a alinear su propio tiempo
con el de uno mismo.
Tus sueños, tus deseos y su presente
A veces lloviendo y el paraguas en tu casa
A veces el Sol y tú en cama
Descentrada de tu propio eje
Borrosa en el horizonte
Mentirosa cuando te responde.

Cada día de tu vida es una puerta secreta
que irremediablemente tienes que traspasar.
La vida nos amarga en los momentos de felicidad
porque sabemos que ella no regala… ¡Presta!
Y cuando sufrimos le pedimos a la vida
lo que bien sabemos que vamos a perder.
Porque por perder, perdemos hasta la propia vida.
Asignamos a la vida su cruel dureza
sin tener la necesidad de interpretarla
porque la vida es tal cual…, es como es.
Ponemos la etiqueta para justificar sus golpes
y lamernos a solas nuestras heridas
en lo más apartado de nuestra alma.

En nuestra vida miramos atrás con nostalgia, engañando
muchas veces a la memoria con más luces de las que brillaron.
Paseamos por el presente, escrutando como será nuestro
futuro con cuidado de no tropezar con las piedras.
Y cuando menos te lo esperas llegas al futuro y te desconsuela
haberlo buscado con tanto ahínco.
Ves que tu sabiduría alcanzada con los años poco te vale ya
cuando el camino se estrecha y se acorta.


Y la vida nos abandona, como nosotros nos abandonamos
una vez a ella, en silencio, en la soledad más oscura.