Llora la noche siguiendo en la mañana
la pena del culpable
la angustia de su sable
que calo entre finas capas su alfiler.
Llora la tarde su angustia, su tormento
como llora el alma su desasosiego
como abraza el pecho el beso.
Es la agitación del saber de lo obrado
es la picardía del no saber merecer.
Es un mal sueño que ahoga vengativo
que se desploma sobre el alma cautiva
en el ayer que lacero su alma.
Es una fuerte inclinación de locura
que no ceja de verse entre el polvo
que esparcido aun se presenta
activo, moviendo el presente.
Marcando una sintonía que ya no existe
Desandando nostalgias inexistentes,
Es un mal sueño que persiste siempre.
MARIA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.
Texto agregado el 17-05-2010, y leído por 403
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