Si una vez fui vago y eterno
se lo debo a esos pendejos
que eclipsaron mi niñez;
fuegos rotos por dolor,
luces que matan la imaginación
y semillas que violan la esperanza.

Tal vez ahora solo sea un loco trovador,
ese dulzón adulador de ilusiones,
el que pinta el mundo color verde esperanza,
viste, resiste y a veces insiste
en el sueño que anhelan los demás;
el que ansían llegar a tocar.

Tal vez no llegue mas allá,
tal vez un poquitín cerca
o quizás tan lejos como el jamás,
o quizás solo sea el sueño de ser eterno,
de vivir con mi palabra al viento.
Esa que nunca se dejó escuchar.

Si una vez fui realmente malo
lo aprendí de los ojos turbados
del que miraba con despecho al pasado
montado en su nube de frenesí.
si una vez fui malo...
... perdonen el descaro.