No sé el momento exacto en que te conocí, ni cuando fue la primera vez que sentí tu amistad.
Ahora que miro atrás y veo todo lo que fuimos juntas, los momentos que comartimos, alegrías y tristezas. Sé que no puedo tener un mejor recuerdo de algo que por obra del destino dejó de ser. No digo que se perdió todo, sería injusto si guardara tu recuerdo y dijera que no vale de nada.
Te agradezco todo lo que me enseñaste. Pocas personas han tenido en mi el mismo efecto que tu me provocaste.
Me pregunto por qué dejamos que se perdiera. Me he culpado muchas veces de ello... te he culpado e incluso te maldije.
Ahora creo que la vida nos separó porque ya nada teníamos para aprender la una de la otra.
Y aunque hoy no te pueda llamar amiga, ni tu a mi. Solo quiero decirte que te guardo con cariño cómo uno de mis recuerdos más lindos.
Hoy no te odio ni te reprocho nada. Sé que muchas veces lo hice y te herí...
Hoy te agradesco por brindarme tu amistad y, aunque sé que no podrá volver a darse de la manera que era (dudo que alguna vez se dé), espero que no me olvides. Yo te aseguro que no lo he hecho...