No cesan los ruidos, sea de día o de noche. Se escuchan niños azotando canicas al piso y la casa donde es oye, está vacía. De noche también es común oír el llanto o las risas de varios niños, un gran alboroto se hace presente pasando las doce de la noche en las afueras de la Escuela Primaria “Mariano Matamoros” de Puruarán.

Muy a menudo se escucha como que lavan trastes en la madrugada y al preguntar a los vecinos de la Calle Emiliano Zapata, todos coinciden que nadie lo hace de noche.

Los transnochadores, aseguran que han mirado a dos viejecitas platicar afuera de la casa del señor José López, casi enfrente de la “Mariano matamoros”, que una de las ancianas viste delantal con cuadritos rosa y está sentada en una piedra de cantera y la otra está de pie y que cuando volteas, se desvanecen.

Otros platican que a la chitita que se encuentra en una de las casas de esta calle, le brillan los ojos de noche y que brinca de casa en casa y lo raro es que la chitita es de cemento, se dice que cobra vida.

Lo más reciente que me han contado de esta famosa calle, es que a un muchacho llamado Mario que pasaba por la Escuela “Matamoros”, se le atravesó un señor, raspando un machete en el suelo y tapándole el paso. Lo vio salir del zaguán de dicha escuela y a l mirarle los pies, claramente vio que tenía pezuñas.

Mario como pudo huyó por la calle “Del Cincuenta” y no paró hasta llegar a los “Hacheros” de donde es originario.

Ante tanto espanto, la gente opta por dormirse temprano y no asomarse ante cualquier ruido.

Muchos creen que todos los espantos se deben a los asesinatos que han ocurrido en esta calle y que tal vez el alma de los infortunados, aún vague por este lugar.