Miradas

el color de una mirada plena,
seguro es algo repleto
de irisaciones, más no solo
en el tono de lo que aprecia,
sino en la propia mente
del ávido observador.
con el ansia de querer,
con la pasió del amor,
a veces, con la lejanía
desconocida, otras,
esta mirada corre el riesgo
de estar en el hilo que separa
la impertinencia de la bondad.

Aguadulce, mayo de 2010
José María de Benitio