A la Chef Mexicana...


Pediste que te soñara y así fue
estabas vestida como la noche
como mujer de luto y enigma
blanca de piel como albo cielo.

Celaje obscuro era tu linda guedeja
con rizos de "los nubarrones de Van Gogh"
como relampagos de lluvia era su brillo y
así tu natural personalidad imponías.

Veintena de deudos tenías en corro
atentos escuchaban tu feliz habla y
barbón con playera de diablos vestía
aquel que fuere tu hombre y novio.

Yo era el extraño, intruso y ladrón
que de ilegal a tu hogar habíase metido
al juego del amor recurrimos, ese que
dura un instante y perdura por siempre.

A escondidas tras la salita nos miramos
y tras beso atrabancado nos encontramos
de vergüenza y osadía leve sonrisa echaste
y corriendo cual niña traviesa de mi te alejaste.

!Sueño¡ bendito sueño mío
que feliz me asiste sobre tu regazo
y mis muecas de risa encendiste
si feliz tú un día me hiciste.

No debo más que agradecerte
tu afable nombradía y tu valiente atraco
de graves y reales acontecimientos,
si un día he de morir que sea en tus brazos.