Risueña danzaba en un mar de dolor..
su cuerpo se contorneaba al ritmo de la percusion
Toda ella es extasis,
embestida tras embestida se desnuda su otro yo
cada grito, cada intento por liberarse de esas ataduras la llevan mas cerca de sí, un lugar que nunca había visitado mas allá de vanos momentos de inconciente conexión...
ahora clama por mí, su amo..para que la lleve hasta allí. No me lleva esfuerzo cumplirle...pues es tan suyo como mío...
Respiro hondo y canto a su oído hasta que calma su corazón...sus latidos se acallan, sus contracciones disminuyen y solo queda esta sensación.
Texto agregado el 11-05-2010, y leído por 123
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Lectores Opinan
23-05-2010
Esa sensacion que sin dudas es magnifica!!!!***** nanajua
21-05-2010
Un canto sensual a la desolación... ¡¡¡Excelente texto!!!***** girouette
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