El viejo
Iba caminando y de harapos y recuerdos llenando sus tiempos .
Pesaban sus tristezas y otras veces ,también, mirándolo estaban los ojos de un amor alcanzado , que le vestía el alma de alegrías nuevas .
Cuando daba otro paso, su pierna arrastraba el largo dolor de sus años como no queriendo avanzar otra legua más sobre el duro cascajo del camino .Pero había que llegar , porque su misión era sacarla de allí .
Había noches que no podía dormir .Siempre esos porfiados pensamientos iban haciéndole profundos surcos en el ruido de su mente .
Salía ,entonces, al fresco de la noche y en sorbos pausados , la respiraba profunda mientras miraba el brillante mundo estelar , allá, en los brazos de la Cruz del Sur . Luego tomaba de la noche otro silencio y más tranquilo regresaba, otra vez, a su pequeño mundo de gigantes emociones y de palpables recuerdos , plataforma vital donde renacían con fuerza los gérmenes de una vida nueva , esa que espera quieta a los hombres en su ciclo eterno de luces y sombras .
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Los que hoy empuñan con soberbia la fresca savia de su juventud y en su imberbe estado mental nos quitan del camino con desprecio , pensaba mientras caminaba , ellos andarán mis pasos mañana y tal vez con harapos nuevo refrescarán sus penas viejas .
Entonces! para qué detenerme en su desprecio ¡
El camino lo sacó de sus pensamientos que como todo , no siempre eran así .Otras veces cuando el perfil de la aurora le iba anunciando un luminoso día, él se quedaba mirándola sin más tiempo que el de la paciencia , que se inquietaba cuando empezaba a estorbarle la quietud .
En algunos países se puede ver aun , ciudades, casi pueblos , donde las chacras y los campos abiertos con su verde creciendo y los animales pastando ; son algo así como el patio de estos pueblos . Así era el lugar donde vivía Anastasio , este viejo silencioso , neurótico a veces , haraposo y feo ; de vestidura elegante , pulcra y extremadamente burgués ,lo que contrastaba con ese ambiente silvestre , donde crecían las mañanas de escarchas resbalando a niños pobres cansados de alegrías regresando a sus hogares humildes y también pobres .
En su caminar se encontraba con viejas tristes , desdentadas y burlonas que semejaban quistes horribles sobre la piel de una dama elegante .
Así era el pueblo , donde sin embargo y tras esta cara visible de la pobreza y del desamparo , había un manantial de corazones bellos en cada mirada y en todo gesto de las señoras y niños y gente .
Este viejo elegante y de harapos vestida su alma , encontraba allí la paz de sus remordimientos.
Por qué estos contraste , pensaba el viejo, por qué la vida acumula injusticias y las va arrinconando en cordones de mugre, dolor y pestilencia .
Estos pensamientos acorralaban su pasado y cuando ya no podía respirar ningún gramo más de remordimiento , emergía de lo más honesto de su espíritu el convencimiento de que la vida fue él con su enorme arrogancia y desprecio a sí mismo y a los otros , él fue creando la pobreza del los pueblos . Él con su ambición , con su apatía social ,y su desmedido consumismo fue desdentando el rostro del pueblo .
Así concluyendo , sus harapos iban creciendo y al tiempo pensaba que tenía que sacarla de allí. Donde brilla el lujo y se afilas las espadas del odio , y corren agitadas las ambiciones del poder ,y florecen sarcásticas las frases finas, mientras el alma se muere .
Allí estaba ella .
Pasó corriendo un grupo de escolapias salpicando al viejo con su alegría . Se detuvieron al rato. Una de ellas se acercó al oído de su amiga y le dijo despacito : te fijaste que el viejo loco se puso hoy, otro sombrero nuevo ...
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