Mis manos
testigos de acordes
notas templadas han modelado
cada letra,
incluso cuando la luz ajena
incluso cuando la abundancia
sólo vuelve al corazón manso
en una milésima de tiempo
todo parece cierto
como si no existiera
la palabra sueño,
mis manos cantan
gritan al vacío
el deseo oculto de sol
mis manos exigen
otra primavera,
mis manos no se callan
respiran y viven
para sanar al mundo
de afuera y de adentro
de arriba y de abajo
mis manos cantan
su canción preferida
y lloran de alegría
porque al final de cuentos
son de carne y hueso
y lloran como un niño
al decir su amor
acarician,
planchan
barren
como cualquier mano
con la salvedad
que son mías
y se equivocan
a veces se creen pasos
o bocas diciendo algo
mis pobres manos
no han aprendido
a tocar la verdad…
Texto agregado el 11-05-2010, y leído por 102
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