Tengo miedo, tengo miedo porque todo se ha parado menos el transcurrir del tiempo, tengo miedo porque antes recordaba cada lunar, cada sonrisa, cada momento y ahora, a medida que me alejo de todo me doy cuenta de que solo existe un destino para los recuerdos, un némesis que los persigue, el olvido.

Matame, matame que no quiero sentir, matame que las estrellas me han dado la espalda y huyendo a grandes zancadas, ya nadie me alcanza. Matame con cariño, con desapasionado cariño, matame mientras recordamos frente a dos copas vacías, matame mientras te leo los sentimientos o recito un poema, pero no te quedes callada, no me claves tu mirada en el alma porque ya lo has visto todo, porque ya no me quedan secretos, porque ya no me queda nada.

No respondas, no digas nada, no quieras entenderme, solo odiame y esparce mis recuerdos en un mar de arena y fuego. No puedo verte, no puedo hablarte, no puedo pensarte, no puedo.

Siento escribir ahora, siento no llamarte, lo siento todo y no siento nada.