Con las hojas doradas
de un otoño tan habitual
sentía su temprano atardecer
como un barco a la deriva.
Mas florecía alguna flor
que escapaba de sus manos
mientras el sonido de una voz
se estrellaba en sus oídos
como una rosa pero marchita.
Es por eso que la esculpió
en un valle sin caminos
y recreó ruiseñores
con un manto de palabras.
Así fue que se apoyó
en la poesía estéril
de sus versos no fértiles
mientras permanecía el alba.
Oscar Néstor
Texto agregado el 10-05-2010, y leído por 237
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
13-05-2010
Parece como si esas hojas doradas se deslizaran por tu pecho, invadiéndolo de tristeza. ***** MujerDiosa
10-05-2010
me gusta la tristeza que plasmaste junto a la belleza del otoño.besote ALMAGUERRERA1
10-05-2010
Bellas imágenes hermosean estos versos enlazados con un dejo de tristeza. Mis***** girouette
10-05-2010
Un bello poema con unas imágenes preciosas llenas de encanto y tristeza. Mis saludos. louyann_
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