No te daré ningún poema
de algún James, o un tal Neruda
ni de ningún otro sinvergüenza
que se haga pasar por mí,
que firme sus versos con mi nombre
poniendo en mi boca sus palabras
cosas como que tu sonrisa es bella
o tus ojos brillan como mil soles
¡me acusan de decir todo eso
y muchas cosas más!
Tales cosas me son ajenas a mi decir
y a lo que realmente hago
pero aun así han llevado esto a la corte
acusándome de tales dichos y más
se me acusa de los cargos de no solo decir
sino también de sentir
y creer lo que en mi boca y pluma han puesto;
mi abogado ahora no está
y el jurado sólo juega al billar.

Tantas noches sin dormir
revisando mi recurso legal
sueños que afirmo en mi paladar
y manchas de vino en todos los documentos
día y noche revisando mi declaración previa
y los escritos que supuestamente te he escrito
el teléfono no deja de sonar
no dejan de decirme que sí,
que todo eso lo dije y lo sentí
que te amo y no te olvido
que eres bella y te lo digo
pero al final
sólo tengo una cosa que decir,
sólo me queda declarar
mi declaración final:
me declaro culpable.