Tu recuerdo bajaba lentamente
por mi espalda
Mientras tus manos de esperanzas
se batian en mi espacio;
pajaros que en mis riscos
hicieron su nido
Amapolas marchitas
fueron alfombra en la tarde.
De mis ojos colgaba,
humedecido el ocaso.
Mientras, un puente de ausencia
se crecia entre el mundo y mis sueños.
Texto agregado el 27-06-2004, y leído por 156
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