Recupero este texto para la columna de los domingos por dos razones, una que por motivos personales me ha sido imposible poder escribir lo que tenía pensado y en segundo lugar porque ya me rondaba la idea de convertir este ensayo en columna pues sigue una línea ya marcada por anteriores columnas, en fin, espero que la disfruten los que nunca la han leído y los que ya conozcan este texto que repitan, es como hacer el amor...

Quiero demostrar que el ser humano tiende a repetir una serie de conductas sin importar en que parte del mundo se encuentre, sin distinción de raza o religión. En las ciudades podemos hallar sujetos que si cumplen las características adecuadas de edad, sexo, ocupación y otros factores mostrarán un determinado comportamiento ante situaciones similares.
Estos grupos no tienen conciencia colectiva, actúan de forma individual aunque a veces se les puede ver agrupados. Mostraré tan solo unos pocos ejemplos pero el abanico puede llegar a ser mucho más amplio.

1. ESPECÍMEN URBANO TIPO A.
Edad : Entre 60 y 75 años.
Sexo : Varón
Método de actuación : El varón de entre 60 y75 años, normalmente jubilado, se levanta temprano y toma dos opciones, da una vuelta por el barrio o coge un autobús sin destino fijo, si toma la segunda opción jode enormemente a aquellos que van a trabajar o se dirigen a su centro de estudios, pues ocupan sitio y además hay que cederles el asiento. Otra característica de esta especie es cuando se colocan frente aun edificio en construcción o una obra de canalización, aquí si se suelen agrupar pero curiosamente no hablan entre ellos, tan solo observan a la maquinaria o al obrero y dicen una frase típica : “ Ahora se construye más rápido pero antes se construía mejor, como avanzan los tiempos”. Es habitual que utilicen un mondadientes que no se cae de la boca en ningún caso.

2. ESPECIMEN URBANO TIPO B.
Edad : Entre 60 y 80 años.
Sexo : Femenino.
Método de actuación: Son mujeres de entre 60 y 80 años que actúan en grupos reducidos de tres o cuatro miembros, su indumentaria es inconfundible, camisa estampada en vivos colores, falda por debajo de la rodilla, medias negras y unas zapatillas deportivas último modelo. Su campo de acción son las calles del barrio y sobre todo los parques( a los que llegan muy temprano ). Se las distingue de otras señoras porque mueven mucho más deprisa los brazos que las piernas y no paran de hablar durante el trayecto. Cuando finalizan van a una cafetería donde reponen en exceso el gasto energético y critican a otros grupos similares que se han cruzado por el camino.

3. ESPECIMEN URBANO TIPO C.
Edad : Entre 40 y 70 años.
Sexo : Femenino ( aunque en ocasiones también varones ).
Método de actuación : Esta especie no solo colma la paciencia sino que es capaz de tocar los cojones seriamente. Actúa en los supermercados de barrio, cuando entra coge un carrito y echa dentro dos productos, a continuación coloca el carrito en la cola de cobro y pide el favor para que se lo muevan. Luego se dedica a ir cogiendo el resto de la compra mientras avanza la cola de cobro. Cuando ha terminado de comprar coincide que su carrito ha llegado a la caja. Esta especie es la misma que se cuela aludiendo que solo lleva un producto y que no va a tardar nada.

4. ESPECIMEN URBANO TIPO D
Edad : Entre 4 y 8 años.
Sexo: Ambos sexos.
Método de actuación : Estos especímenes desarrollan su actividad especialmente los fines de semana, sobre todo a la hora del aperitivo y del almuerzo en terrazas exteriores de bares y cafeterías. Los niños se dedican a corretear y jugar entre las mesas de los comensales golpeando los respaldos de las sillas, a lo que se suma un griterío ensordecedor. Es curioso destacar que los únicos comensales no molestados son sus padres.
Si intentas evitarlos y te vas a otro establecimiento a los pocos minutos vuelven a aparecer. Al final te das cuenta que el niño no es el especimen sino el cabestro de su padre.

Luis Barrasa Martínez ( Barrasus), Sevilla 27 de junio de 2004