Más allá del resplandor de la palabra
la oscuridad profusa me circunda,
pero no me debato en duelo, no me asusta
sucumbir ante el silencio -fiel me entrego-
y despertar a media noche en plena calma.
No hay llamado alguno, ni campanas
que redoblen puntualmente hasta el encuentro
al final del camino: el campanario
vacío
y el cielo repleto de aves desbandadas.
Sin palabras
soy como una flecha apuntando a ningún lado.
Innombrable
ninguna herida se abre en la cercanía.
Texto agregado el 06-05-2010, y leído por 257
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me gusta tu onda amiga... y el título está de 10... bsid 1geisha
13-05-2010
vació como el hueco del mundo terrenal, eh, bueno primero nacerá el sonido y luego la palabra... O tu crees que el ceso no responderá al estimulo???
¡Saludos! mauro22
08-05-2010
Envuelta en soledad sin miedo, aceptandolo y sin rumbo alguno, eso senti al leerte... ***** sombra_azul