Haz vuelto de tu viaje,
mágica heredera de los campos,
rebelde amor platónico del invierno.
-Doncella huidiza de horizontes crepusculares-
Danza el arco iris
extasiado de paz.
(Lirios se inclinan en tu andar,
perfumándote los cabellos)
El velo de tus ojos
se atavió de polen,
la fertilidad renace
en tus manos
anegadas de rocío.
Fecunda en tu regazo
la semilla infinita,
pábulo esencial
de todos los sentidos.
-Elegía soñadora de pistilos-
Transforma la nieve en río,
y al río en sinfonía,
derrite el séquito escarchado,
del invierno y su agonía.
Ríe junto a mi,
duerme,
sueña,
llora,
susurra junto a mi
secretos de amoríos al viento.
¡¡Florece junto a mi los versos en tu boca!!
-El agua busca en tu piel
perfumes olvidados-
Tus senos
de hierba buena,
dispersan los aromas
del paraíso prometido.
Tu mirada creadora,
acaricia infinitos
nacimientos.
Epopeyas ataviadas de placer,
en la frondosa comisura
de tus labios.
Tiñen de rosa
las sonrisas
del almendro.
Haz que mi jauría de versos
se libere,
en su oido
cadencioso.
Vigoroso pajarillo
de añoranzas inquietas,
investido de arreboles
y melancolias inciertas.
Suspirarás en lo profundo
de la tierra,
¡Oh! virgen naturaleza
en un segundo
El verbo amar
fecunda tu belleza,
en el ultimo verso
de un poema.
llamado...
¡¡Bienvenida primavera!!
(...)
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