Para verte, mujer,cabalgo en el viento.
Entonces el cielo parece sonreír.
Pienso ayudarte con el peso que te agobia
todo el tiempo que debas cargarlo.
Cuando nos encontremos me dispondré,
haciendo uso de toda mi capacidad perdida,
a atravesar el mar de las piruetas
donde se nada sólo en espiral.
Luego construiremos una comunidad
pues nuestras creencias han forjado
en las colinas al norte del destino
una esperanza que es nuestro camino.
Texto agregado el 04-05-2010, y leído por 210
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Lectores Opinan
09-05-2010
Este poema es cristalino, precioso como una copa del más fino cristal.***** MujerDiosa
08-05-2010
creo que son varios los poemas que te he leido donde se traspira esa capacidad de ser compañia verdadera...y de letras agiles y talentosas...felicidades eufemia