Inventario de recuerdos.

Analizando un contrabando de verso
Me he dado cuenta que ya es muy poco lo que de ella recuerdo.
No recuerdo ninguno de sus conciertos de ruidos mientras comía
O si era un mudo maniquí de carne.
No se cual era el producto
De las horas de práctica
De como se debe fumar,
O si pertenecía a aquellos luchadores
En contra de los fumadores.
No se si le gustaba aparecer en mis sueños nocturnos,
O si prefería aparecer mientras hacia la siesta.
No recuerdo si sus labios eran extremadamente dulces,
O si eran tan amargos que hacían que los míos parecieran miel.
No recuerdo el color de sus ropajes,
o si prefería estar desnuda.
A decir verdad, no recuerdo si de verdad existió,
O si fue el resultado de una mala digestión,
Sin, embargo por el atemorizante
Hecho de haber habitado mi mente,
Aun existe un recuerdo
De una mirada
De dos ojos carbonizados
Que persigo en cada caparazón humano
Que transgina por el mundo.