Dónde romper el día sino en ti,
Nacer, morir, habitar, resistir y esas cosas.
Ir construyéndonos, ser barro,
Agotar la dulzura para ser más animales,
Ser más víboras, más vivos,
Menos vaho.
Dónde reposar los días,
Sino en tus noches,
En las mías.
Castigar el sol impúdico
con tus parpados que se cierran,
y se ciernen,
y se ciñen.
Mandemos a dormir
Los cretácicos anhelos de paz
Estas tontas esperanzas de irnos,
De calmar los huesos,
De apaciguar la carne.
Vivamos esta guerra,
¡Viva la guerra!
¡Vivan los besos!
¡Vivas vos!
Quedémonos a ver el atardecer,
La agónica hora del beso y el sudor,
Donde renazco, guerrero,
Más yo que nunca,
Y aún así,
Más tú que yo,
Más menos yo,
Más más tú
y así.
Dónde nacer, morir, habitar, resistir y esas cosas
Sino en ti,
En vos, con vos, pro vos, por vos.
Y no sentir vergüenza
Ni afanes de viernes,
Ni animosidad miercolesana,
Ni días,
No sentir calendarios.
Dónde gritar: ¡Revolución!
Sino en tu sexo.
Destruir los panfletos del pudor,
Gritar las arengas del placer,
Los gemidos, las balas,
La selva y la libertad,
Siempre la libertad.
Y explotar y sentir y matar y esas cosas. |