...era tarde, pero no demasiado como para empezar todo... la puerta de la casa era marrón. las ventanas estaba cubiertas por cortinas color crema... a su alrededor había árboles y pasto verde... la gente que pasaba por aquella casa no se percataba mi presencia... debo ser demasiado natural como para hacer diferencias con la casa... es una casa de dos pisos. tiene el techo en punta, como cuando dibujaba casas de niño. a su espalda había un cochera pequeña, como para un solo auto, color marrón. había que bajar, porque la pendiente de su entrada era pronunciada. era tarde, pero no tanto... cogí la llave y caminé hacia la casa. antes de entrar, toqué el timbre que estaba pegado a la parte lateral de la puerta, pero nada, ni un solo sonido... cogí la llave y entré. el piso estaba brillando. los cuadros estaban hermosamente en su lugar. los muebles estaban excitantes... la escalera era de madera, cubierta cada escalón por una bella alfombra color azul... las lámparas estaban apagadas... encendí la luz y pude ver mejor... entré a la cocina y todo estaba en su lugar. miré el patio, nada... me dio ganas de subir la escalera cuando escuché pasos... iba a correr, a esconderme pero no, decidí enfrentarme a la realidad... era dos niños, vestido de blanco, bellos y llenos de vida que subían y bajaban las escaleras... una mujer muy alta y hermosa entró tras de ellos, un hombre bajo, fuerte y elegante, entró tras de ellos, cerrando la puerta de entrada... iba hablar, pero no, decidí que no lo haría. me acerqué a ellos, y ellos no se percataron de mi presencia... debo ser demasiado natural para pasar inadvertido... caminé hacia la casa, no sin antes decirle a toda esa familia que tenían una hermosa casa... pero, no se percataron de mí... alcé los hombros y salí a la calle. ya estaba alejándome cuando escuché gritos... volví sobre mis pasos y pude ver que el hombre bajo y fuerte estaba pateando sin piedad a otro hombre, bastante parecido a mí... cuando lo agarraron pude ver mejor de quien se trataba... era un tipo parecido, o, mejor dicho, igual a mí... pero, este no parecía moverse, quieto y, me pareció, sin aliento... creo que fue demasiado tarde para empezarlo todo...