Día, tarde, noche, oscuro, oscuro, no hay diferencia, poco a poco la oscuridad a nublado su mente.
Frustración, por no saber a quién le pertenece esa voz, él sabe que existe, no puede estar volviéndose esquizofrénico, no es posible, esa mujer existe, pero no poder verla, no poder tocarla, es desesperante hasta para ella misma, él lo sabe, lo nota en su voz, ella también quiere sentirlo, ella también quiere sostenerle la mirada, pero sus ojos ya no dicen nada.
Sabe que se dirige al mismo lugar, no puede evitarlo, el olor, la textura de las paredes, es como un vicio, se siente en casa, madera apolillada y pintura, su olor favorito.
En los últimos meses había aprendido a utilizar sus otro 4 sentidos con habilidad, tanto, que ya no tropieza por las calles, puede oler el perfume barato de una mujer de la calle a distancia, y puede saborear cada condimento de un plato de comida , escuchar el sonido de las hojas en el campo y el sonido de peligro en la ciudad, diferenciar la textura de cada flor y saber cuando necesita afeitarse.
Recorre las paredes, finge admirar la belleza del lugar, cuando este no es mas que un cuchitril a diferencia de otras galerías en la ciudad, traslada sus ojos por las paredes, que no le son diferentes para nada, todo sigue oscuro.
Al final la voz lo aturde, y casi resbala.

Lo ve fingiendo admiración y quiere sonreír, pero le sale una mueca muy parecida a otra famosa pintura.
- Hola extraño – su voz siempre la hace temblar y en el tiene el mismo efecto, ella lo ha notado
- Tu – parece desconcertado
- ¿Me buscabas?
- Te estás volviendo una voz en mi cabeza, y sé que no estás en mi imaginación porque he tratado de hallarte en mi cuarto, pero solo te escucho aquí – suena desesperado, ese hombre la perturba, ella lo sabe - ¿Dónde estás? – sus ojos perdidos y las manos en el aire tratando de encontrarla, de tener sus cabellos entre sus dedos, pero nada.
- Aquí, cerca de ti – le susurró, tenía que demostrarle que estaba ahí
- Sabes?, es frustrante encontrarme contigo todas las tardes y jamás poder tocarte o mirarte!, ver todo oscuro y sentir que de alguna forma se ilumina todo cuando hablo contigo
- Jajajaja, deberías ser poeta mi ilustrado amigo
- Y tu serías mi musa invisible compañera – esta tarde él estaba realmente inspirado y la melancolía cubría gran parte de su rostro
- No debiste haberme hablado – sentencio ella
- No debí pero no me pude resistir y ahora no puedo parar
- ¿Cómo va la depresión? – quiso cambiar de tema
- ¿depresión? – yo no me he deprimido, ni lo haré Isabella – de momento se quedo callado y meditabundo – depresión, una sensación terrible, causada por algo que no quieres aceptar, yo jamás negué mi estado, siempre supe que mi vista se degradaría poco a poco, jamás dije no.
- No debería ser tan conformista, es el primer paso para la mediocridad
- ¿Tu que sabes?, ¿tanto haz vivido? – se había puesto a la defensiva y eso la divertía
- No, pero he aprendido de la experiencia ajena
- Voy a contarte algo
- Habla
- Quiero volver a ver – suplico
- Pon de tu parte
- Espera, quiero volver a ver, porque no soporto la situación esta en la que nos encontramos
- ¿situación? – ella parecía divertirse con sus palabras
- Quiero sostenerte la mirada, quiero verte, necesito hacerlo, acabar con esta ansiedad tonta e irremediable, abriendo los ojos de nuevo y pin… - de repente se quedo mudo
- ¿Por qué no sigues? – insistió ella
- Si te tuviera cerca ya te habría besado – pensó en voz alta
- Estas enamorándote querido amigo
- Puede ser, ¿Y qué? – ahora él desafiaba
- Es peligroso
- ¿Por qué?
- Porque tu solo lo dices por estar acostumbrado a mi, y eso no es amor
- ¿Tú sabes lo que es? – ella lo miró exaltada
- Sentimiento puro que no se expresa con palabras si no con obras, que no es celoso, que tiene paciencia y soporta todo
- No he dicho que me recites algo que conozco, te he preguntado si, ¿sabes lo que es amar?
- No lo sé – acepto
- Yo tampoco, pero lo he visto, cada vez que una niña abraza a su madre, en cada mirada cariñosa que se dan los amigos, con esas pequeña muestra que nos regalan los pájaros al cantar todos los días, en las canas de las personas mayores he contado mil y una historia en la que el amor fue la solución, amor combinado con la razón – se sintió como cuando hablaba sola, como cuando hablaba para ella.
- Tu concepto no es más que ejemplos de lo que dije antes
- No se puede llenar un vaso que ya está lleno
- Mi vaso esta medio lleno, pero no completo
- Nunca lo vas a llenar si sigues conformándote
- Nunca te vas a cansar de decirme lo mismo
- Si, si lo haré, y supongo que será muy pronto si sigues con esa actitud – ese había sido un golpe bajo
- Todos los días espero ansioso el anochecer oyendo el reloj, deseando que llegue la hora de poder hablar contigo, no ves que te ne…
- Basta! No te engañes mas, tu solo hablas conmigo. Es pura costumbre, nada mas – le corto enojada por la insistencia
- Te amo Isabella!, tal vez no pueda verte pero si sentir tu presencia, ¿todavía no entiendes lo importante que eres para mí? – su voz tembló, y la sensibilidad se sintió en el ambiente
- Entiendo….que quiero ayudarte – se evadió
- Entonces no me eches de tu lado – suplicó
La noche había caído y él tenía que irse. Ese día las calles le parecieron desiertas y sombrías.