Te miro, te persivo, aprendo de ti mi sonrisa. Te busco sin querer encontrarte, te abrazo sin que lo sepas y es imposible evitarlo, no es probable que lo entiendas, nisiquiera yo lo entiendo, apenas inhalo el nectar de tu sonrisa y se pierden las ganas de vivir sin ti, se va lo racional de mis manos, se escapa al nunca jamas de donde se ha atrincherado.

No quiero pedirte que te quedes, aborresco tu desprecio y tu respeto, esa forma tuya de huir a no se donde, pero cuanto amo amarte cada ves que me dices no te quiero, cuanto amo las horas que te quedas sin estar, que me oprimes el alma sin siquiera tocarme, para que rogar que te quedaes sin en verdad nunca te has ido. para que corazon; para que?