Escribo porque me mueve A lugares que nunca he visto Porque me ejercita sin pesas, Me golpea sin un puño. Y sí, puedo correr Por esos variados caminos: Por alegres manicomios, Por lóbregos caminos con flores. Perteneciendo a mi mente A su laberinto de ideas De letras que se mezclan Y crean soluciones mágicas. Un lugar donde tengo razón: Donde dos más dos es rojo Y donde mientras escribo Una flor aparece y una se marchita. Y porque ahí puedo ver El mundo con ojos de halcón Y volar entonces, Con las celestes alas de la Poesía.
Texto agregado el 30-04-2010, y leído por 92 visitantes. (0 votos)