Si hoy, se hiciera una encuesta sobre instituciones del estado, mal vistas, el Banco Central de Reserva se llevaría las palmas, este banco que no era muy conocido por la población, a pesar de ejercer un importante papel en la economía nacional; Ahora sabemos de su inmenso nepotismo, que ir a la oficina es como estar en casa, rodeado de toda la familia, también sabemos que encubrió a los procesados, por el caso de la utilización de los billetes viejos, que no eran destruidos, exp.-248-96, 31 juzgado penal, delito apropiación ilícita.


El asunto de la maquina acuñadora de monedas, en la que el ente emisor, perdió el proceso penal que inicio en 1996, con el exp.-494-96 y que luego se cambio al exp.-142-01, octavo juzgado penal, en un país que se precie a si mismo, su propio Congreso en la comisión de fiscalización debió ya intervenir, mas aun habiendo la denuncia respectiva en su poder, ya no puede argumentar que se encuentra en el poder judicial, porque ya termino con la absolución del demandado, en este caso Rueckner cajas de seguridad.


Aunque la corrupción en el país pareciera una practica, que arrastramos como herencia, desde la época de la colonia, el llamado cáncer de la sociedad es un mecanismo crucial único de gobernar en el Perú; es valido el comentario del expresidente de México, Vicente Fox Quezada, NO es fácil luchar contra la corrupción, lo se, lo sabemos todos, pero no hay otra, lo atacamos o nos consume como un cáncer social, que penetra en todos lados y que destruye todo.


La ley N-7137 del 18 de abril de 1931, creo esta institución, absorbiendo al anterior que se denominaba Banco de Reserva, las leyes N-7136 del 9 de mayo, la 7475 del 25 de noviembre, 7473 del 26 de noviembre del mismo año y la 7530 del 30 de mayo de 1932, la 7538 del 30 de julio de 1932, 7701 del 23 de febrero de 1933.


El banco se inicia con un capital de 30 millones de soles, representados en acciones de 100 soles cada una, y tres clases de acciones A.B.C, con la opción de elevarlo a 40 millones, con el voto de 8 directores y la aprobación del ministerio de hacienda, las acciones que formaban diversos grupos, eran de la siguiente manera.
La clase A, suscritas por los bancos nacionales y extranjeros
La clase B, suscritas por el publico
La clase C, por el gobierno


Los bancos que tenían las acciones de la clase A, invertían el 10% de su capital y el 10% de sus reservas.


El ente emisor estuvo administrado por un directorio de 10 miembros, que eran nombrados, 3 por el gobierno, por poseer las acciones de la clase C, uno de los cuales debía ser entendido en cuestiones obreras y simpatizar con los actos de la clase obrera.


Los bancos ponían 3 directores, de los cuales 2 por los bancos nacionales y 1 por la banca extranjera.


Un director era nombrado por el público, como poseedor de las acciones de la clase B
3 directores eran elegidos, 1 por la sociedad nacional agraria, otro por las cámaras de comercio, y el tercero por la sociedad nacional de industrias, y se denominaban directores de la clase D.


Los prestamistas J & Seligman, y el nacional city bank de nueva York, de conformidad con el contrato de empréstito, designan un director, en forma transitoria, denominado de la clase E.


Esta institución bancaria es de todos los Peruanos, entonces que debemos hacer, propongo lo siguiente:


Una reorganización total, reducción urgente de personal innecesario, con poca preparación.
La privatización de la casa de la moneda, para que este a tono con la globalización.
La certificación de la destrucción de las monedas y billetes viejos, por un fiscal, designado por el poder judicial, y que sea rotativo.


El presente artículo, solo pretende poner sobre la mesa de discusión, el fenómeno de la corrupción, más allá de una visión moralina.


Entonces cuando pasemos por la cuadra cuatro de la calle miroquezada, tapémonos la nariz, hace mucho tiempo que huele feo, y no es por la falta de limpieza municipal.